Cuidar a los niños del calor y de la exposición al sol es muy importante...
Los chicos, al ver estos hermosos días, desean aprovecharlos al máximo.
Corren, juegan y hacen actividad física permanentemente.
Es como si estuvieran haciendo deporte todo el día, consumiendo energía y perdiendo en forma constante, líquidos y sales minerales de gran importancia para el normal funcionamiento del organismo.
Desde el año 2007 comenzó la Campaña Por un Sol Amigo impulsada por Laboratorios Andrómaco, la compañía química BASF y con el aval científico de la Fundación Cáncer de Piel y la Sociedad Argentina de Dermatología.
La campaña busca educar acerca de las características del sol como fuente de vida, y de los problemas y consecuencias de una indebida y excesiva exposición a los rayos solares, generar conciencia sobre la necesidad de un cambio de hábito en relación con el sol y difundir las medidas de protección y las barreras que pueden emplearse para evitar los daños en la piel.
Aquí les dejamos algunos consejos emitidos desde la Campaña:
¿Cómo hacerse amigo del sol?
Cuidar a los niños del golpe de calor. Puede causar deshidratación y la manera de contrarrestarlo es tomar abundante agua, sobre todo cuando las temperaturas son muy elevadas.
Utilizar la sombra como aliada. La mejor manera de prevenir las quemaduras y el enrojecimiento en los niños es dejarlos en la sombra. Ponerles sombreros con ala que proyecten la sombra sobre sus caras y ropas es una buena idea para defenderlos del sol.
Usar cremas fotoprotectoras.Evitar que tus hijos se expongan al sol en horarios donde éste incide más fuertemente. La intensidad de los rayos ultravioletas varía durante el día, aumentando en forma considerable los rayos uvb en las horas cercanas al mediodía, entre las 10 y las 16 hs.
Realizar un examen de piel completo una vez por año. Una de las maneras de cuidar la piel de toda la familia es concurrir al dermatólogo. El es la persona que más sabe sobre el órgano más extenso de nuestro cuerpo y quien nos puede aconsejar mejor según nuestro tipo de piel.
Nunca hay que dejar de cuidarse. Hay que tener en cuenta la incidencia del sol en los chicos todo el año: el reflejo del sol sobre la arena, el agua y la nieve agravan la situación, y multiplican los daños posibles.
Educar es la primera forma de proteger. Desde que son pequeños, tenemos que enseñarles medidas de prevención que les evitarán problemas en el futuro.
Aprender a cuidar su piel según los deportes que realiza. Durante la actividad física, necesitamos tener excesivos recaudos. Deshidratación, quemaduras, sudor excesivo y sequedad en la piel son situaciones que se pueden evitar; solo hay que estar atento y no olvidarse de tomar todas las precauciones posibles.
Los ojos también. La reacción térmica o fotoquímica producida por la acción directa de los rayos ultravioleta puede generar daños sobre las estructuras oculares. Para una protección adecuada se necesitan anteojos de sol que bloqueen todos los tipos de radiaciones.
El sol se acumula. Las consecuencias de los rayos que tocan la piel de los niños no llegan a verse totalmente a corto plazo, sino que pueden manifestarse en la adultez. Uno de los efectos que se vincula con quemaduras solares en la infancia es el cáncer de piel. De allí que cuanto más temprano se modifiquen los hábitos de exposición al sol, menores van a ser los efectos adversos.
Otros consejos:
Recordar siempre como regla de oro hidratar a los chicos antes, durante y después de que estén en actividad, jamás esperar a que sientan sed para ofrecerles líquidos, ya que para esa altura ya estarán deshidratados.
En días calurosos es importante saber que los chicos son más susceptibles a sufrir golpes de calor que los adultos. Hay que estar atentos a las señales de advertencia más comunes de la deshidratación: sed, dolor de cabeza, mareo, debilidad, irritabilidad, fatiga y náuseas.
Es importante saber que cuando los chicos transpiran, pierden más que agua. Pierden también sales minerales esenciales como sodio y potasio. Por eso hay que darles bebidas que aporten al cuerpo las sales minerales que se pierden con el sudor. Las llamadas bebidas deportivas, como Gatorade, contienen un adecuado contenido de sodio, además de un agradable sabor, que induce a los chicos a continuar bebiendo para evitar la deshidratación involuntaria, tan frecuente en la infancia.
Cuando ellos están activos es importante limitar la ingesta de bebidas gaseosas y jugos. Las gaseosas producen distensión y sensación de plenitud gástrica, lo que les impide continuar ingiriendo líquidos e hidratarse adecuadamente. Además contienen cafeína, que produce un aumento de la diuresis, lo cual retrasa la correcta hidratación. Por otro lado los jugos, y también las gaseosas, poseen concentraciones elevadas de carbohidratos, lo cual retrasa la correcta absorción.
A tener cuidado!!!
Y si quieren jugar en familia y aprender un poquito más, les aconsejo visitar la página de la Campaña Por un Sol Amigo en http://www.porunsolamigo.com.ar/